Cuando la Organización Mundial de la Salud asoció racimos de infecciones por el virus del Zika con defectos cerebrales en 2016, se declaró una emergencia de salud pública mundial. Se catalogaron las infecciones en todo el mundo y se emitieron advertencias de viaje para prevenir los terribles riesgos asociados a la enfermedad transmitida por mosquitos. Afortunadamente no se han producido brotes recientes, pero la prevención contra el Zika sigue siendo aconsejable, ya que no hay cura ni vacuna.
Explicación del virus del Zika
El Zika es un virus que suele transmitirse a los humanos a través de las picaduras de los mosquitos del género Aedes.
Muchas personas infectadas por el Zika no se dan cuenta de que lo tienen porque los síntomas suelen ser leves y, en algunos casos, inexistentes. Los síntomas típicos son:
- Dolor muscular y articular
- Erupción cutánea
- Dolor de cabeza
- Fiebre
- Enrojecimiento de los ojos, conocido como conjuntivitis
Dónde se encuentra la amenaza hoy en día
El virus ya no se considera una amenaza, pero los mosquitos capaces de propagar la enfermedad se encuentran en muchos lugares del mundo. Actualmente, en 2020, no hay informes de brotes en ningún país.
Cómo prevenir la exposición al Zika
Aunque el virus del Zika parece estar bajo control, se aconseja ejercer la prevención. Antes de viajar al extranjero, consulta a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) para asegurarte de que en tu destino no ha habido ningún caso reciente. Utiliza repelente de insectos para protegerte de las picaduras de mosquito y lleva ropa protectora en las zonas donde los mosquitos son habituales. Si es posible, alójate en alojamientos con aire acondicionado o utiliza mosquiteras para limitar la exposición a los mosquitos.
Hay que seguir siendo precavidos, ya que no se conoce ninguna cura ni vacuna. Puede producirse un brote en cualquier momento, por lo que es fundamental estar atento a las condiciones, especialmente cuando se viaja.